No es lo mismo...
Hay personas que te hacen escribir y otras, que como tú; hacen que le escribas... Por primera vez, escribo para alguien, y no por alguien (por algo que me hizo pensar alguna persona o algún otro amor) y creo que ahí es donde termina la vida como la conocía, tal cliché de película romántica. Como todos los escritores que han escrito a su gran amor, de la manera más melancólica posible, esos que nos han hecho enamorarnos de sus versos, unos esperanzadores, magníficos, épicos, otros dolorosos, tanto, que se clavan como puñal en el alma; esos que escriben de amores imposibles, de almas destinadas, de amores que te enloquecen, que te llevan del cielo al infierno y de vuelta en un santiamén, amores que son un paseo por el purgatorio, amores que te sacan de la orbita, amores románticos y caóticos, delirantes, desafiantes, amores de deseo, todo tipo de amores; pero a ti mi amor, no sé dónde colocarte para poder escribirte, porque eres tantas cosas a la vez, que al cerrar...
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